DEJO UN VIDEO DE INTRODUCCIÓN
Emilio Nahín Rojas Madero
Aqui un extracto del autor Emilio Nahín Rojas Madero de este parrafo de la pagina http://lema-universitario-pt.blogspot.com/2011/01/la-tercera-guerra-mundial-por-el-agua.html
Hace tiempo tuve la oportunidad de leer “El Capital” de Karl Marx, pero no conté con el léxico para comprenderlo; sin embargo, ante la necesidad de estudiar una interrogante; blasfemada por algunos defensores del “desarrollo”, que pretenden despojar a campesinos de sus tierras con la intención de evitar un desastre “apocalíptico”; entré en la necesidad de corroborar ésta falacia; esa pregunta fue: ¿Será cierto que la tercer guerra mundial se podría generar a consecuencia de que nuestros recursos naturales no son administrados por una paraestatal?
Así pues, Karl Marx establece que “el capitalismo para posicionarse en el mundo como lo ha hecho; se ha valido de conquistar pueblos, con la mentira, el pillaje, el militarismo, la enajenación, hegemonía, entre otras; con el único objetivo de amasar ganancias monetarias. Despoja a los hombres de sus tierras con la mentira del “progreso” y a los que se resisten, se les encarcela o se les extermina en supuestos accidentes. Crea todo un espectáculo en los medios de comunicación para polarizar a las sociedades. El capitalismo seduce con espejitos, tratando de hacer creer que está haciendo una oferta legal; en beneficio de ambas partes, pero lo que ofrece, siempre está muy por debajo del valor real”.
Al capitalismo y a sus empresarios no les interesa la vida humana, mientras no sea las suyas y mucho menos el destruir el medioambiente o acabar con las reservas naturales del planeta. Y al final de estas campañas fetichistas y hegemónicas; cuando se obtiene el objetivo, esas gigantescas riquezas se reparten entre unos cuantos personajes, incluyendo al Estado o Gobierno; quien cumple con la función de cómplice en el rompimiento de las garantías individuales y sociales de los pueblos. Allí tenemos ejemplos como el de los campesinos de Atenco o de Chiapas, cuyo conflicto origino la creación del EZLN y qué decir de los conflictos sociales y ambientales provocados por presas hidroeléctricas como las de Aguamilpa, Chicoazen y el Cajón; pero que lamentablemente ante el cerco informativo, las sociedades circundantes ni se enteran.
Retomando el discurso apocalíptico de que si no ponemos en manos de paraestatales nuestros recursos naturales estamos propensos a vivir los embates de un estallido social por la falta del vital líquido; primero debemos de romper el primer mito. ¿Qué tan cierto es que instituciones como CFE o las suministradoras de agua potable sean paraestatales que trabajan por el bien de la sociedad? ¡A poco nos suenan muy sociales cuando los recibos que llegan a nuestros hogares están sobregirados! Y si reclamamos solo recibimos afrentas como –“maldito moroso”–. Cuando son ellos quienes no cuentan con la calidad moral pues al ser empleados de las mismas, sus recibos están en ceros. El amor por el pueblo queda en eslogan´s.
Ahora bien; en México, mediante el art. 28 constitucional quedan estrictamente prohibidos los monopolios. Sin embargo y recordando que el capitalismo es camaleónico; tiende a dividirse en diferentes empresas para “competir” aun cuando al fin de cuantas, todas pertenecen al mismo dueño con la finalidad de alcanzar su objetivo o aparentan ser paraestatales y si éstas tampoco tienen éxito, entonces exigen el cumplimiento de la ley aprovechando que el Estado es su cómplice para disfrazar la privatización con la “concesión” plasmada en el artículo 27 constitucional de México.
En economía, una concesión es el otorgamiento del derecho de explotación por un lapso de tiempo determinado de bienes y servicios por parte de una empresa a otra, generalmente privada. Lamentablemente estos lapsos son hasta por 100 años de explotación de los recursos naturales y si algún residente aledaño y dueño común originario del recurso, intenta tomar de éstos, aun para consumo propio; la empresa lo reprime y lo escarcela hasta hacerlo pagar por su atrevimiento. Tal es el caso de los habitantes originarios de las zonas acuíferas donde empresas refresqueras, embotelladoras de jugos y aguas o hidroeléctricas han hecho uso de su derecho de concesión, privando del vital liquido a los beneficiarios originarios y obligándoles a pagar cantidades exorbitantes por el litro.
Este es el motivo real por el que se puede desatar una tercera guerra mundial; con motivo de la lucha por el agua en el mundo. Ya que la gente no está tampoco dispuesta a esperar 100 años más para poder adquirir nuevamente sus derechos de uso común. Son las empresas acaparadoras del líquido y su voracidad ambiciosa por amasar capital las que están polarizando al mundo. La economía en el mundo está en crisis, el salario de los obreros ya no alcanza para pagar los mismos productos que él fabrica. Y más aun ante los altos costos que los grandes capitalistas les imponen a las mercancías como el agua; que hoy en día un litro de este vital liquido está teniendo un valor mucho mayor que un litro de combustible. Como ciudadanos debemos de dejas de llevarnos por el canto de las sirenas he ir indagando todas y cada una de las explicaciones que nos presentan esos empresarios que buscan simplemente enriquecerse a costillas del pueblo, tal vez y lo que avalamos hoy por nuestra ignorancia es la sentencia de muerte que nos llegara mañana.
